Jesucristo era verdaderamente Dios y verdaderamente hombre. Como tal, anduvo en conformidad a los tiempos en que vivió. Habló y enseñó a la manera de entonces.
336 páginas
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Jesucristo era verdaderamente Dios y verdaderamente hombre. Como tal, anduvo en conformidad a los tiempos en que vivió. Habló y enseñó a la manera de entonces.
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